LA ARCADIA DESALIÑADA     |   AN UNCONVENTIONAL ARCADIA                                                                                   

Upper Lawn Pavilion, Wiltshire, 1961-62
Alison y Peter Smithson



Upper Lawn was an architects house, but above all it was the weekend home of a family: Alison and Peter Smithson and their children. To build it, they overlaid a glass box to the fragments of stone walls resulting from the demolition of a small cottage. They wanted a "solar pavilion" to take benefit from the heat of the sun, and what they got was a greenhouse uninhabitable in summer. From October to May, the top floor of the pavilion, as the diaries of the architects say, was a real toaster. But no matter how many times the glass house fails, the architects seem to carry in their genetic constitution the desire to build it. 
But Upper Lawn had also a large courtyard, which became the central place of family life, and the place for lunch with friends like Reyner Banham, Architectural Review critic and theorist of the New Brutalism. We can see him with a cool black beret and black sunglasses, sitting with the Smithsons around a table that in fact is a door obtained of a nearby demolished house. 
In the courtyard, under the shade of a wall, we also see Alison Smithson in a beautiful picture of 1962, where she appears barefoot, dressed in a kind of striped pyjamas, sitting on an ordinary wooden chair (the Van Gogh chair, as their children said) and writing at a table full of things: paper, a plate with an apple, a canteen, a stone. On the floor beside him, we see a baby basket. Behind her, the children play on a ship made with ropes, wood and cast lamps taken from a nearby pig farm. 
The Upper Lawn yard looked like an abandoned lot with uneven pavement, grass and country bugs, full of wooden planks and scraps of building materials. Full of dangers, too: a well, walls without railings, stairs very steep. In short, a place where the children surely enjoyed a lot.



Upper Lawn era una casa de arquitectos, pero por encima de eso era una casa de fin de semana de una familia: Alison y Peter Smithson y sus hijos. Para construirla, superpusieron una caja acristalada a los fragmentos de muros resultantes de la demolición de una pequeña casa rural. Querían un “pabellón solar”, que aprovechara el calor del sol, y lo que consiguieron fue un invernadero inhabitable en verano. De octubre a mayo, el piso de arriba del pabellón, según los diarios de los propios arquitectos, era una auténtica tostadora. No importa cuantas veces fracase la casa de cristal, los arquitectos parecen llevar en sus genes el deseo de construirla.
  Pero la casa de Upper Lawn tenía un patio muy grande, que se convirtió en el lugar central de la vida familiar y de las comidas con amigos como Reyner Banham, crítico de Architectural Review y teórico del New Brutalism, al que vemos con boina y gafas de sol, sentado con los Smithson en torno a una mesa que es una puerta obtenida de una casa derruida. 
  En el patio, a la sombra de un muro, vemos también a Alison Smithson en una preciosa foto de 1962, en la que aparece descalza, vestida con una especie de pijama, sentada en una vulgar silla de madera (la silla Van Gogh, según sus hijos) y escribiendo en una mesa llena de cosas: papeles, un plato con una manzana, una cantimplora, una piedra. En el suelo, a su lado, vemos una canastilla de bebé. Detrás, sus hijos juegan en un barco que se han hecho con cuerdas, maderas y lámparas fundidas de una granja de cerdos vecina. 

  El patio de Upper Lawn parecía el de un solar abandonado, con pavimentos desnivelados, hierbajos y bichos del campo, lleno de tablones de madera y restos de materiales de construcción. Lleno de peligros, también: un pozo, muros sin barandillas, escaleras empinadísimas. En resumen, un lugar en el que los niños debieron disfrutar muchísimo.