ANNA JUNTO A LA VENTANA
Casa Sten. Santa Mónica Canyon, Los Ángeles, 1934.
Richard Neutra


La actriz Anna Sten era una artista de cine en Hollywood, que es un modo de ser artista muy diferente al de Marianne Brandt en Dessau. Samuel Goldwyn la trajo de Rusia para que fuese la nueva Greta Garbo, pero la película que debía lanzarla al estrellato, Naná, versión de la novela de Zola, fracasó en taquilla, y lo mismo ocurrió con las dos películas siguientes.
La casa que Neutra construyó para Anna Sten y su marido, el productor Eugene Frenke, en 1934, es la primera casa grande que el arquitecto proyectaba después de la Lovell Health House de 1929, y estaba situada en Santa Mónica, en una parcela con espectaculares vistas al Pacífico. La casa era básicamente un volumen prismático típico del estilo internacional, con ventanas corridas y antepechos blancos, al que se añadían pórticos laterales y una bay-window frontal.
En esa bay-window podemos ver a Anna Sten, recostada en un sofá que sigue la curva de la ventana panorámica abierta al mar, en la clásica pose de actriz estudiando un guión, con un cigarrillo en la mano y, por supuesto, perfectamente maquillada, peinada y vestida. Es una imagen de glamour, sofisticación y lujo que la arquitectura moderna contribuye a expresar con sus líneas rectas y con los brillos y reflejos en los paramentos lisos estucados y en el metal de las carpinterías.
El glamour, desde luego, habría sido mayor con otro mobiliario. El que vemos es casi tan disperso y abigarrado como el de una casa victoriana, y apenas se puede pasar entre los sillones y las mesas que se amontonan en un reducido espacio. Por otra parte, nada más lejos de las lámparas del taller de metales de la Bauhaus que la que vemos aquí. Y podemos ver, incluso, cortinas, lo que resultaría un pecado imperdonable dentro de los cánones de la fotografía de arquitectura.